Modos de Recarga de Vehículos Eléctricos según la Norma IEC 61851-1

La recarga de vehículos eléctricos (VE) es un tema crucial en el avance hacia una movilidad sostenible. Existen diferentes modos de recarga que varían en función de la potencia e intensidad demandadas. La potencia del punto de recarga determina la velocidad a la que se puede recargar un VE, y estos modos se definen en la norma IEC 61851-1, numerándose del 1 al 4.

 

Modos de Recarga

 

Modos 1, 2 y 3: Recarga Lenta y Semi-Rápida

Los modos de recarga lenta y semi-rápida (Modos 1, 2 y 3) son los más comunes para aplicaciones domésticas, viviendas y garajes comunitarios. Estos modos requieren potencias bajas e infraestructuras relativamente sencillas:

  • Modo 1: Utiliza una toma de corriente estándar y es el más básico, proporcionando una recarga muy lenta.
  • Modo 2: Incorpora un dispositivo de control entre el enchufe y el vehículo, proporcionando mayor seguridad.
  • Modo 3: Utiliza un punto de recarga específico y puede ofrecer potencias superiores, siendo el más común en instalaciones domésticas y semi-públicas.

 

Modo 4: Recarga Rápida y Ultra-Rápida

El Modo 4 se utiliza en puntos de recarga públicos, comerciales y estaciones de movilidad eléctrica. Requiere una infraestructura más compleja y de alta potencia, demandando el uso de aparellaje específico de tipo industrial.

En este caso, la instalación suele requerir la existencia de un centro de transformación cercano, donde una o varias líneas de distribución estarán dedicadas a los Sistemas de Alimentación Específicos de Vehículo Eléctrico (SAVE). Además, el SAVE en el Modo 4 incluye un convertidor de corriente alterna a corriente continua, esencial para la recarga rápida.

 

Situación de la Infraestructura de Recarga Pública en Europa

La infraestructura de recarga pública en Europa es aún insuficiente en comparación con los objetivos marcados por fabricantes y autoridades para la descarbonización del sector automovilístico. A pesar de las inversiones millonarias de los fabricantes en crear una oferta competitiva de vehículos eléctricos, el despliegue de infraestructura necesaria sigue siendo lento.

Para paliar esta situación, muchas marcas de vehículos han invertido en el despliegue de cargadores públicos rápidos, entendiendo que la carga rápida es crucial para conectar el continente y facilitar los viajes largos sin preocupación por la autonomía de la batería. La construcción de una red de carga ultra-rápida es cada vez más necesaria en Europa, requiriendo la integración de soluciones innovadoras para un suministro seguro y eficiente de energía.

 

Retos y Futuro de la Recarga de Vehículos Eléctricos

Las compañías eléctricas y empresas privadas enfrentan retos tanto técnicos como administrativos en el despliegue de infraestructuras de recarga. A nivel administrativo, la burocracia para obtener licencias y conexiones eléctricas de alta potencia, especialmente en zonas rurales, complica la instalación de nuevos puntos de recarga.

Asegurar una investigación constante es vital para permitir una tecnología vanguardista y preparada para el futuro, con puntos de carga que ofrezcan hasta 350 kW y 500 A de potencia. Este esfuerzo es una realidad en muchas ciudades y es crucial para el desarrollo de una red de recarga que soporte la creciente demanda de vehículos eléctricos.

En conclusión, la evolución de la infraestructura de recarga de vehículos eléctricos es un componente esencial para el éxito de la movilidad eléctrica. La colaboración entre fabricantes, sector público y privado, así como la eliminación de barreras administrativas, serán determinantes para alcanzar los objetivos de descarbonización y sostenibilidad en el transporte.